Título: El ocaso de los ángeles
Autor: Vael Zanón
Género: Distopía, Fantasía Urbana
Editorial: Alberto Santos
Páginas: 256
El enfrentamiento entre Mikael, Samael y
sus respectivas huestes se encuentra en un punto muerto que está por finalizar.
Las tensiones aumentan en ambos bandos mientras que Uriel, arcángel que nunca
se ha decantado por un lado ni por otro, se dedica a su trabajo de asesino a
sueldo habiendo perdido ya la esperanza en la humanidad. Por desgracia para él,
no podrá seguir manteniéndose ajeno a la contienda en una batalla donde los
mayores enemigos son los demonios internos que se esconden tras la máscara de
cada ángel. ¿Cómo conseguirá Uriel derrotar al odio y el vacío de la
desesperanza que llevan instalados en su corazón desde hace siglos?
Con esta premisa lo cierto es que ya el
libro promete y te haces una serie de ideas preconcebidas respecto al libro,
cosa que considero inevitable teniendo en cuenta la cantidad de libros que hay
últimamente de tema angélico. Bien, pues aunque tenga sus dosis nada que ver y,
al final, me ha gustado mucho (de hecho aún ando releyéndome algunos pasajes de
los últimos capítulos que me han gustado especialmente) pero antes de hablar de
sus virtudes me gustaría hablar de lo que no es tan bueno en él.
El estilo del autor es muy grandilocuente
y recargado (hasta ahí bien, si me gusta el estilo de Anne Rice, ¿por qué no
este?), el problema es que es un estilo difícil de llevar y en este caso llega
a ser redundante en diversas ocasiones. Recalca mucho las cosas que,
presupongo, quiere que entienda o relacione el lector, como por ejemplo, el
parentesco entre Uriel y los lobos o lo increíblemente decadente que es Neo-Babylon,
la ciudad que es el escenario de esta historia. Tampoco me ha gustado demasiado
la forma que ha tenido de exponer las espadas y las habilidades de lucha me ha
resultado bastante forzado, todo he de decirlo. Las peleas están demasiado
descritas para mi gusto… no hacía más que perderme con ellas. Luego hay algunas
situaciones o personajes que me han parecido un poco clichés, como cierto
policía y cierta persecución que no entiendo muy bien por qué se terminó
produciendo. Lo relaciona con un suceso de las primeras páginas del libro, pero
para hacer honor a la verdad, no me quedó muy claro como eso acabó en dicha
persecución.
Pero ojo que viene lo mejor: más o menos
en el último tercio del libro la mayor parte de estos problemas se solucionan.
El lenguaje sigue el mismo estilo pero se vuelve mucho más fluido y mejora
mucho el ritmo de la trama. Aunque sigue habiendo pequeñas redundancias en los
diálogos (que un personaje subraye algo con sus palabras, sea evidente y
enseguida aparezca el guión diciendo que lo ha subrayado, pero la cosa no pasa
de ahí), opino que el libro debería haber sido así desde el principio porque es
una mejora considerable y me ha dado pena que no sea así. Es un buen libro y
merece lucir todo lo que pueda.
Bien, dejemos de despellejarlo. Aunque
tiene sus inconvenientes, sus puntos fuertes sobrepasan sus fallos con creces.
Una de las cosas que me ha gustado de la
forma es que, al ser una obra que habla más de las emociones y luchas internas,
ha sabido exponerlas muy bien en una forma que me ha recordado al monólogo
teatral. Me imaginaba a los personajes subidos en un escenario, declamando sus
sentimientos, sus dolores y tribulaciones cual Don Juan con su famoso “Clamé al
cielo y no me oyó…” y, más importante, parece que te lo esté diciendo a ti. Es
muy difícil no sentirse involucrado de alguna manera con sus personajes, ya sea
porque Uriel te esté echando en cara la corrupción de la humanidad, o
Gabri-Aela y Mikael intenten contagiarte de esperanza y bondad, o incluso con
la furia descontrolada de Raph-Aela.
Otro punto a su favor: la cantidad de
giros inesperados que tiene. Acciones inesperadas, personajes que al final se
comportan como menos te lo esperas, historias del pasado de lo ángeles
completamente inesperadas (pero inesperadas de las que te quedas en shock un
par de segundos…) Eso me ha encantado.
También, y lo que más me ha gustado del
libro es el tema. Habla del amor, del odio, de la justicia, de la corrupción,
de la redención… de forma muy profunda a través de los distintos personajes. Un
libro así se agradece, porque la verdad, no es algo que haya visto
habitualmente y da gusto encontrar un libro que trate del amor, hable del amor
y no sea una novela frívola destinada para adolescentes que de lo que te hace
dudar es que el amor verdaderamente exista.
Conclusión: temas profundos teniendo como
escenario la eterna lucha del bien contra el mal encarnada en ángeles. Merece
la pena leérselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario