Título: El Pistolero (La Torre Oscura I)
Autor Stephen King
Género: Distopía
Editorial: Plaza & Janes
Páginas: 304
Sinopsis:
El Pistolero persigue por el largo
desierto al hombre de negro. El hombre de negro, a su vez, deja tras de sí una
ristra de trampas y bromas crueles. Aunque el Pistolero es un hombre frío que
sabe que está perdiendo su honor a pasos agigantados, juró que llegaría hasta
la Torre Oscura y hará cualquier cosa para cumplir este juramento, incluido pasar
por encima de sus ya mermados preceptos morales. Un tortuoso camino que espera
que le lleve hasta un destino tan marcado como incierto.
Al principio de esta novela, por su edición, venía una
introducción del autor (Stephen King, al que todos conoceréis por sus obras de
terror, aunque a mí suele engancharme con otras) que habla sobre los veinte
años, esa edad tan especial. En esta pequeña introducción casi se disculpa por
el modo de narrar en el libro pues, dice, por aquel entonces era joven e iba a cursillos
donde le decían que la forma de escribir era más importante que el contenido.
Como he tenido la suerte de leer varios
libros de este autor (o la desgracia, porque no es uno de mis favoritos) puedo
afirmar que esto que comenta el autor se nota. Se nota, cabe añadir,
positivamente. Aunque se perciben las claras notas de un autor todavía sin
terminar de formarse, quizás por tratarse de un género que no es el que suele
tratar, la redacción del libro es en general más compleja y cuidada que en otros
libros posteriores. En ocasiones se extralimita, es cierto, pero el acabado
final apunta maneras de un autor ya consagrado.
Dicho esto, pasemos a la trama. Yo diría
que este es uno de esos libros en los que la trama en sí no es lo importante.
La trama se sucede a través del personaje protagonista, del que vemos su
evolución, sus buenas y malas decisiones –que alabamos y condenamos- y su
deslizamiento por una espiral de decadencia moral autoimpuesta.
El Pistolero es un buen personaje, pero
le falta carisma. El hombre de negro resulta más interesante que él, desde
luego, pero poco descubrimos de este su antagonista. Jake, que es el otro
personaje que llegaremos a conocer un poco (el Pistolero es solitario y está en
un viaje continuo) sigue más o menos la línea del pistolero. Llegamos a
quererles y a sufrir por ellos, pero no nos calan tan hondo como debieran.
La ambientación es de un mundo futuro
que, como dicen por allí, “se ha movido”. En este mundo ya no hay lugar para
los ingenios mecánicos, la tierra se está secando y los toques de magia y
brujería, aunque escasos, son poderosos. El mayor misterio en todo esto es la
famosa Torre Oscura que da nombre a la trilogía y que parece ser el castillo de
un dios regente de ese universo, si es que tal cosa existe. Digo esto porque al
final del libro el autor decide sumir al personaje protagonista (y a nosotros
de paso) en una confusa reflexión sobre el universo, el espacio y el tiempo, y
la infinidad de infinitos (ahí queda eso).
¿Recomendable? No del todo, diría yo,
porque le faltaba experiencia en este campo al autor y se nota, el libro no
termina de cuajar como debería. No obstante, voy a reservarme la potestad de
recomendároslo o no en base a su siguiente parte. Hasta entonces, leedlo si cae
en vuestras manos, pero sino aún no os aconsejo correr a comprarlo.
Personalmente, no me ha disgustado porque tiene una gran carga moral. Al terminar
ya esta primera parte, no te estás preguntando qué es lo que hay en la torre, o
si conseguirá lo que desea, sino si, aún consiguiéndolo, merecerá la pena.
P.D: La portada de la sobrecubierta me ha gustado tanto que
incluso estoy pensando en dejársela, y eso que no lo hago nunca.
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