Título: Los tejedores de cabellos
Autor: Andreas Eschbach
Género: Ciencia Ficción
Editorial: Bibliopolis
Páginas: 217
En un planeta perdido del Imperio, todos
los hombres dedican sus vidas a tejer alfombras de cabellos para el palacio del
Dios Emperador, convencidos de que cada planeta crea otros utensilios necesarios
para el inmenso palacio. Dos rumores harán a algunos dudar de tal dogma. El
primero de ellos es la supuesta muerte del Emperador, el segundo que hay otros
planetas que también se dedican a tejer alfombras de cabellos. Es imposible que
tantas alfombras de cabellos sean dedicadas al palacio del Emperador y empiezan
a surgir dudas aplastadas por una fe sangrienta y unas tradiciones sociales
crueles. Sin embargo, una mentira no puede perdurar eternamente. ¿Cuál es la
razón y el destino de las alfombras de cabellos?
Es fácil hacer una valoración muy positiva
de esta obra, pero es
difícil explicar las razones. Como siempre, comenzaré por la narración.
En este caso, no es el estilo narrativo,
fluido y cuidado, lo que nos llama la atención de esta novela. No, lo
verdaderamente interesante de esta obra es la forma en la que está narrada. Los
personajes se irán sucediendo en la trama, de forma que la mayoría no
aparecerán en toda la historia más de un capítulo, máxime dos. Se va avanzando
de uno a otro para ir siguiendo el hilo que nos llevará hasta el
esclarecimiento del gran misterio de las alfombras de cabellos.
A alguien como yo, que adora los buenos
personajes, esto puede resultarle poco atrayente así dicho. No obstante, hay
que decir que toda la novela se desarrolla exclusivamente a través de los
personajes y que, de una forma francamente admirable y envidiable, el autor es
capaz de hacer que te encariñes con ellos con tan solo unas pocas páginas. Algo
verdaderamente sorprendente para mí y que hace al libro merecedor de ser leído
aunque solo fuera por eso.
Pero hay más cosas interesantes en la
narración de esta novela. El autor se toma la licencia de dedicar todo un
capítulo (concretamente, “El Palacio de las Lágrimas”) para demostrarnos que no
solo es capaz de hacernos emocionarnos con personajes que apenas conocemos,
llevarnos por una historia intrigante y misteriosa y hacerlo de una forma poco
ortodoxa y altamente llamativa, sino que también sabe escribir con bella
soltura.
Por otro lado, de los personajes en sí
poco puedo decir, aparte de que mi favorito es Nargant, que no hay un
protagonista claro y que todos tienen sus puntos de vista completamente
razonables, estén en el bando y la posición que estén. Son personajes profundos
y perfectos en sí mismos, sin necesidad de nada más.
Respecto a la trama, se merece un aparte.
En primer lugar porque es en sí una crítica a nuestra forma de vida como seres
humanos, durante toda nuestra existencia, condenados a creer cosas imposibles
que aceptamos sin más como ciertas, dejándonos manipular hasta extremos
vergonzosos por fuerzas superiores. Depende de cómo se vea, puede ser tanto una
crítica al extremismo religioso como a los poderes fáticos políticos.
En general, el desarrollo es lineal para
que paso a paso vayas descubriendo el secreto que se oculta tras las alfombras,
pero al pasar por el Emperador la trama da una vuelta de tuerca más fascinante
aún que en el final, tomando toda la novela un cariz profundo, envolvente y
sorprendente.
En resumen, a una servidora, sin ser
apasionada de la ciencia ficción, la desconcierta positivamente esta novela
llena de intriga narrada a través de la emotividad de unos personajes tan
fugaces e insignificantes como lo son las vidas de todos los hombres en la
eternidad y la inmensidad del universo.
Es un libro que merece ser leído,
disfrutado, analizado y asumido. Si tienes oportunidad de hacerte con él, es
una buena inversión, uno de esos que habría que leerse al menos una vez en la
vida.
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