Título: La Sangre de los Elfos (Saga Geralt de Rivia)
Autor: Andrzej Sapkowski
Género: Baja Fantasía
Editorial: Alamut
Páginas: 253
Geralt se ha comprometido con su pequeña
Sorpresa y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para protegerla. No
resultará nada fácil, especialmente cuando la guerra contra Nilfgaard está a
punto de estallar. Por si fuera poco, tramas políticas de ambos bandos
convertirán al brujo y la Leoncilla de Cintra en sus objetivos. Mientras, Ciri
comienza su entrenamiento, convirtiéndose en la pupila de variopintos tutores,
entre ellos Yennefer. Su relación con la hechicera no será fácil por aquello
que a la vez las une y las separa: Geralt.
Este libro, que considero más bien de
transición, tiene no obstante un buen puñado de cosas interesantes. Para
empezar, el peso de la política aumenta en la trama, volviéndola deliciosamente
enrevesada. El concepto de aliados y enemigos se diluye cuando hay intereses de
herencia y derechos de sangre, especialmente si son tan altamente influyentes
en una guerra en ciernes.
Por otro lado, conocemos personajes
interesantes. Concretamente, conocemos a los primeros “malos” de esta historia.
Un espía, un caballero, el emperador… A mí me parecieron particularmente
interesantes ya que – así sin desvelar nada – digamos que sus actitudes me
sorprendieron un tanto.
Y desde luego está todo lo que está
provocando esta guerra, enfrentamiento entre mismas razas, purgas de inhumanos…
En general, es un libro que me sorprende gratamente por su fondo, ya que estoy
hastiada de que me presenten personajes que son guerreros implacables que han
relegado la piedad hasta tal punto que una servidora ya no sabe si son héroes o
villanos. ¿Dónde ha quedado eso de “ni los más sabios pueden distinguir esos
extremos” de cierto mago gris tolkieniano? Pues bien, por suerte, aún quedan.
Este brujo, este despreciado monstruo, mutante sin sentimientos, resulta que se
rebela contra la simplista premisa de que el fin justifica los medios. Me quito
el sombrero por ello y espero que no cambie.
Volviendo al libro y dejándonos de
reflexiones filosóficas, no podemos dar de lado la relación entre Yennefer y
Ciri. ¿Os parecía que con Geralt ya era tormentosa? Pues estos tres, en lugar
de jugar a la familia feliz, da la impresión de que van a crear un triángulo de
tensiones entre ellos que va a resultar de lo más intenso, a saber en qué
sentido.
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